martes, 6 de enero de 2009

Comida árabe para el alma



Tengo una tía, le dicen Agustina Almodóvar, alias “La agrado” y yo la quiero mucho.

Esta tía mía del amor vive en “Alcanfor de las Infantas” un pueblillo perdido en la memoria de algunos y que para efectos gráficos se parece mucho a una Puebla hipotética.

Ella, ya saben, multicultural, luchadora social del 68, cosmopolita, amiga de los animales, Hillary Swan, “Million Dollar Baby”, Javier Bardem, “Mar adentro”, sobreviviente del 85, melómana, adorada, casi santa, actriz consumada, Óscares, cantante nocturna, bailarina del aserejé; sueva como una gaviota pero felina como una leona; es descendiente de una familia de libaneses y muy “Chucha cuerera” pa’ eso de la comida árabe.

Que si el tabulé, que los dedos de hoja de parra, que si el jocoque, ya saben esas cosas que los musulmanes comen en el desierto a falta de variedad y agua pero que la “gente bien” de Veracruz come en “Los Cedros”, aunque para ser honestos la comida ahí no es muy buena, ¡vaya! las hojas de parra les quedan amargas.

Resulta que en “Alcanfor de las infantas”, donde las mujeres viven sin hombres y un viento frio las vuelve locas; hacen muchos dulces, mucha fritanga, mucha talavera –la mejor-, que la china poblana, que la “semita”, que el “chile en nogada”, pero sobre todo mucho pinche “taco árabe” mismo que ofende la carga genética/cultural de mi querida “tíaguada”, pero que la verdad es muy sabroso: grande, asado, lleno de carne, jugoso, son sus gotitas de limón, su cebolla asada y su salsa de chipotle bien picosa, buffffffff.

No quisiera contrariarla, Dios sabe que es mas domadora que Chela Lora y más cabrona que la Frida Kahlo de la “Salma”, pero el mundo es más pequeño de lo que creemos y la historia siempre varía dependiendo del cristal con que se mire y cuente.

Y pa’ mirar: la pinche talavera; que muy bonita, que muy poblana, que muy artesanal, que legado para la humanidad, de México para el mundo, ¡Bah!, un fiasco.



Llego yo, ya saben, inocente, virginal, inmaculado, Ewan McGregor en “Moulin Rouge!”, Abigail Breslin, “Little Miss Sunshine”, Hugo Sánchez: “Copa América, Olimpiadas, Mundial”. Amsterdam, muy bonito, muy frio, multicultural, cosmopolita, plurifuncional, mugroso, rio Amstel, canales hechos hielo, que las carreras de los 11 pueblos, cervezas, riquísimas.

Drogas, no gracias, sólo para la cara y eso cuando lo necesite. Miaderos públicos, vida carísima, coca cola 60 pesos, pollo rostizado, 600. Muesos por todas partes, Ana Frank, el sexo, el del Van Gogh y en medio de todo eso: El Rijsmuseum, el más imponente de todos.

Y como Pocahontas, aclaro la Malinche nunca llegó a Europa; yo, nuevo mundo, caleidoscópico, “colores en el viento: “¿qué será quiero saber, qué será quiero saber?, con emoción, rio abajo quiero ver, mi corazón no lo puede ver, que otra señal me dirá el camino, ¿qué seña?, quiero saber” y chíngaselo:

Que los holandeses y su compañía de “las indias orientales” dominaron el mundo en el siglo XVII, que fueron los primeros en mantener relaciones comerciales con china, que la gente rica se traía sus jarritas y sus vasitos de allá, que era azul porque el esmalte es de estaño, ahhh, que la gente de Delf dominó la técnica, mmm que los españoles le copiaron la técnica y abrieron su propio changarro en la ciudad de… talavera, tic tac, ahora comprendo la necedad de los poblanos por “enchinarse”, que fiasco.

De regreso a Kampen, con frio y hambre, y un poco de cruda; (pero de desvelo porque la noche anterior me fui a bailar con el güero, carísima la pinche discoteca y yo pagué, pero no me importa, porque ya se me estaban quemando las habas por gastarme las suelas de mis zapatos, ¡ayayayayyy!);

Caminamos por el centro con la esperanza de encontrar algo abierto pa’ poder tragar y justo cuando creí que todo estaba perdido; hice un hallazgo funesto que pone en tela de juicio el infranqueable respeto y devoción que le tengo a mi tía Agustina.

Así, cuando la medieval y fundamentalista comunidad de Overijsel yace inmóvil, la población árabe de Holanda, que es mucha, principalmente libaneses y turcos; abre sus negocios y brilla con esplendor, pues ellos al igual que los mexicanos saben que la vida afuera de esta “burbuja aria” está bien jodida y hay que talonearle, claro que esta costumbre tan salvaje de trabajar en domingo es muy mal vista por los rubios de estos lares.

Lo vi detrás del aparador, grande, caliente, quemado por el calor, chirriando y girando: un trompo de carne. Pero carne de adevis ¡no en salchicha! Como se comen todo por aquí.

Era un restaurante árabe con un chingo de musulmanes adentro, ahí si me comporté bien seriecito no vaya a ser que los cabrones me quisieran agarrar a “piedradas”; pero el hambre es cabrona y me metí a la boca del lobo motivado por el frenesí incontenible de mi gula casi lujuriosa por la carne a la que ellos llaman “kebab”.

Una familia de turcos atienden el lugar y preparan la comida, mi sorpresa fue mayúscula cuando ante mis ojos prepararon algo que creí inaudito, una tortilla, de harina pero al fin tortilla, le dicen “lahmacun”, y para ellos no es tortilla sino pan sin levadura; cuando está bien caliente le ponen una salsa picosa hecha de “aji”, que es como chile serrano seco, papas fritas, cebolla asada y queso de cabra, que es como nuestro queso fresco, claro aquí eso es de lo más exótico.

Que me perdone mi tiaguada pero si ese taco que me vendieron los árabes no es un taco árabe pos perdóname pero creo que has vivido equivoca, o al menos mal informa pues el taco árabe que tanto soslayas es tan árabe como el tabulé que tanto nos gusta.

Y aunque sé que en este momento te estás poniendo verde como “Regan” en “El exorcista”, pues resulta que la “semita” ¡también es árabe!, y es igual que la “sema” poblana.

El pan es el mismo aunque aquí le dicen “Pita o peta” y significa “pan plano”, la carne es “kebap”, en conjunto le dicen “döner kebab” pero llevan lo mismo: tomate, cebolla (morada) curtida, ensalada, chiles, o sea igual. ¡Aaaaaaaaaah! Y sabe rico. Me comí una ahí y me lleve un “lahmacun” a la casa.

En mi cocina le quite las papas fritas y le puse limón, sal, guacamole y una salsa molcajeteada, (esa es otra historia) Rob me regaño y me dijo qué que fea costumbre la mía de querer mexicanizar todo lo que me como, le convidé y después de un profundo suspiro y unos ojitos de huevo el cabrón me dijo: mmmmmm ¡Lekker! (sabroso).


Acto de contrición:

Fin de año, cena en Leiden (sur de Holanda) con franceses, y la comida mexicana sigue siendo “la vara”, ni modo, muy franceses, muy bien vestidos pero comen en la mesa, -sin platos- y sus quesos no son tan sabroso aunque ellos insisten que saben a gloria y mejor que los holandeses se equivocan.

La “margarita de mango” y el “guacamole”, los dejó sin palabras. La “botanita” de croquetas de papa los puso tan satisfechos que ya no pudieron apreciar su pescado a la “naranja”, (ese si estaba bueno no hay que ser ególatras ni nacionalistas, ya ven lo que le pasó a López Portillo y al rato ande llorando ¡como peeerro!).

Las doce de la noche, las campanas, las copas de vino y champagne, aquí no se dan abrazo, na’ mas brindan; empiezan los juegos pirotécnicos con un frio de menos 16 pero ya medio pedo ni hace falta el abrigo.

Una de las novedades de Leiden es que es uno de los pocos lugares que tienen su patio a orilla del rio Rin, y como me dijeron por ahí: Holanda es una postal; las iglesias, los canales, el rio completamente hecho hielo y todos esos efectos. Un espectáculo hermoso que dura poco más de una hora.

Primero de Enero de 2009, Nerdeland, claro muerta, esta gente prácticamente no se desvela, pero los franceses y yo tratamos de arreglárnoslas; claro sólo tratamos porque a medio día habíamos agotado todas las posibilidades y no nos quedó más remedio que ver la tele.

Mil canales después en la caja idiota vi a un niño meterse a una bodega de madera en la oscuridad de la noche y una mano larga y deformada aparece y le entrega un montón de lunetas, -¿es de terror?-, pregunta alguien, -¿¡o sea!?, ¡claro que no!, es E. T., ya saben: extraterrestre, hermoso, Drew Barrymore, Elliot, “E. T. Teléfono. Mi casa”- y ante la mirada de duda les quité el control remoto y en nombre de mi tía Agustina, acólita incondicional de la iglesia extraterrestiana, les dije: no vivieron una niñez plena si nunca vieron esta película, ¿Qué les enseñan en Europa?, pos estos.

Y así 2 holandeses, 5 franceses y un mexicano dimos la primera moqueada del 2009. Y es que cuando llega la nave espacial y Elliot le pide al bicho con cara de sapo que se quede y a éste se le prende el dedito, y la mamá se hinca y rompe en llanto, y la música de John Williams a todo lo que da, y el cuello de tortuga le responde: “estaré aquí mismo”, no hay alma que no se estruje.

Ya ves tíaguada cuanto te quiero que hasta te conseguí nuevos adeptos. Sé que el año anterior, bueno, los últimos años no te han tratado con gentileza, esperemos con toda la fuerza de mi corazón que éste te traiga mejores nuevas.

Por el momento ¡feliz cumpleaños! Que aunque no soy extraterrestre siempre estaré contigo cuando me necesites, aquí mismo, a prueba de naves especiales, de tacos árabes, de talavera mal expropiada y de holandeses.

Feliz año 2009 para todos, con cariño: René


(Miii casa!!!!!)

6 comentarios:

Omicron dijo...

Maestricimo,, te noto al puro tirante, culturizando a los vendequesos y los franchutes, me parece excelente. Todo por aca trankis, se pusieron muy contentos de tu llamada en la familia, ya sabes saludame a todos de parte de los Garcia Contreras.

Orazio Barmez dijo...

Hey Hey Regresaste con el año 2009
me parece perfecto siemrpe tan ilustradas y divertidas de contarnos al jarocho en Holanda.

Flakicienta dijo...

ajajajajajajajaja
jajajajaja
lo siento no conosco
y on me conoceis
perooo
aaaaaaaaaaaaaa
tan ...
no se cual sea la palabra
pero me gusto
su narracioon
taaan...
ajajajajajaja
muy buenAa...
hasta senti el frio,
olioo ese trompo
de eskizita carne (que no como)
y weno enfin
me llevasteee...

si si

genial


saludos!

rodrigo soberanes santín dijo...

Chinque, me disculpo y retiro lo dicho...eres un escritor. Ahora a ver cómo le haces para retirar aquella cachetada guajolotera... saludos!!!

Celeste Laviani dijo...

Extranjero querido:
No sabes cuánto gusto me da poder verte tan contento conociendo tierras congeladas.
Ya que no tenemos muchas noticias tuyas por aquí últimamente (bueno, pocas pero sustanciosas) me da un enorme gusto poderte leer, aún, en Llave.
Te quiero y te extraño.
¡Un beso congelado!
(A ver si llega)...
La Celestinha

Dolores Medel dijo...

Primeramente quisiera brindarte un aplauso por hacerme reír, porque escribes como hablas y eso es lo que hace que sea retresabroso leerte.

Segundamente, por feliz año, federicooooo!

Terceramente: no te he mandado nada de lo que ha salido en Llave porque me fui de vacaciones y ni he leído la revista, doña Ade no me guardó ni una y ni modo de comprarla, si la vida está recara, así que tú disculparás

Cuarta: Te crees el muy, muy