viernes, 28 de noviembre de 2008

Erwetsoep: @#$%!!!




Es una sopa de chicharos molidos en vinagre con col y acompañado de salchichas tocino y zanahorias, el asunto es que sabe algo mejor de lo que se ve. Aun así no me la pude comer, me recordó la escena del exorcista donde la protagonista vomita verde, les juro que lo intente, lo puse chilito, sal, me la comía con harta sal y ¡ni madres!, na’ más no me pasó.
Hablando de todo y nada: ¿saben que vivo en un ático?, así es, muy bonito pero menos calientito que las demás casas.

Para esto; ¿conocen a Rob?, “un chavo joven, ingeniero, inteligentísimo, Rusell Crow: Una Mente Indomable, divino, casi santo”… Ok, resulta que el wey llega diario y me platica de los aviones y que tienen un túnel de viento, el más grande el mundo, que meten aviones enteros y camiones, no modelos a escala, y que los someten a presión y a corrientes de aire, blablablabla.

Pues nada, que el “adorado” no sabía cómo funcionaba el termostato de la pinche casa y desde que yo llegué aquí expuesto a este pinche invierno cual flor tropical ante los embates del clima gélido de Holanda, todo el pinche día con los dedos, las orejas y la nariz helada, sin olvidar mis pies entumidos; vaya ¡hasta pensé que me había salido vagina!; despertando a cada pinche rato y sin ánimo para nada, ni siquiera para comer.

Después de descubrir cómo funciona el termostato déjenme decirles algo: ¡me siento muy bien!, por fin puedo disfrutar de mi estancia en este lugar, al menos sé que al salir hace mucho frío pero que seguramente me repondré cuando llegue a la casa.

Ayer tuvimos la visita del hermano mayor de Rob; Eric, con su novia Natalie, otro buen muchacho listo para ayudarnos en la remodelación del depa y aunque sólo fue un segundo por fin tuve el gusto de conocerlo. Minutos después llegó Tine, la hermana mayor, una chava más que encantadora, tuvimos una noche muy bonita, calientita y tomamos vino. Tine es maestra de primaria y está muy interesada en ayudarme con el idioma por el momento me invitó a su escuela para hacer mi reportaje de Sinterklaas, -San Nicolas­-, que por acá se celebra el 5 de Diciembre.

Sinterklaas no llega solo, se hace acompañar por un deshollinador, antes esclavo africano pero mejor no hablemos de cosas tristes, llamado Zwarte Piet (el negro Pedrito), espero que los niños no me confundan. Por el momento la otra tarde que salí a correr una muchacha me cantó: “1, 2, 3, tatatatata María”, jejeje como si fuera Ricky Martin, nada mal.

Los dejo pues tengo una cita para visitar la ciudad de Utrecht.

2 comentarios:

Bruno Ferreira dijo...

René!!! un placer como siempre leerte, y saber que poco a poco vas aclimatándote. Un abrazo desde el otro lado del mar. Te extrañamos...

Celeste Laviani dijo...

Mi queridísima Flor Tropical:
Ya te mandaré unos frasquitos llenos del cálido clima porteño. Lo haz de extrañar un chingo.
Por cierto, no te preocupes por lo de la vagina. No creo que aparezca en tu virginal cuerpo. Siempre recuerdo aquella frase célebre que me decías (y ahora la recuerdo más con lo mucho que te extraño, cabrón): "Ay, mamacita, la papaya... ¡ni en licuado!". ¡Je!
Qué chingón poder leer tu anecdotario, René. Sigue con ésto, así te sentimos más cerquita.
¡Te quiero mucho!
La Celeste